Curiosidades sobre la relación de Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí

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Zenobia Camprubí fue un eje fundamental en la vida de Juan Ramón Jimenez. No sólo en su vida, también en su obra brillante y extensa.

Ella, que tenía aficiones literarias en su juventud, decide facilitar al poeta el desempeño de su vocación sin dejar de lado su actividad constante. Me ha parecido interesante compartir cinco curiosidades acerca de la relación entre ambos: de admiración mutua, generosa y desinteresada (como tendrían que ser todas).

¡Empezamos!

  1. Juan Ramón se interesó por Zenobia primeramente por el sonido de su risa

Él era hiperestésico (distorsión sensorial en que los estímulos, incluso los de baja intensidad, se perciben de forma anormalmente intensa). En este caso su hiperestesia se centraba en el ruido. Vivía en constantes mudanzas buscando el silencio absoluto. Zenobia frecuentaba por aquel entonces (1913) la residencia de unos amigos donde, pared con pared, se alojaba el escritor. Juan Ramón Jimenez, sin haberla visto en persona, escuchó su risa, sus bromas y su jovialidad y preguntó quien era aquella muchacha a sus vecinos. Se conocieron poco tiempo más tarde en una conferencia.

2. Cartas serias por parte del poeta y burlonas por parte de Zenobia

Ella se sintió atraída por él pero se resistía a sus encantos influenciada por su madre que creía que la profesión de escritor no era ni sería sustento para su hija. Juan Ramón no tardó en demostrar que sus intenciones eran serias explicando en sus cartas sus ingresos por las obras que publicaba y los proyectos que tenía en desarrollo.

«Yo estoy casi terminando mi librito Elegía a la muerte de un hombre puro, cuya edición íntegra voy a regalar a la Institución para el fondo de la fundación Giner. Serán 3.000 pesetas. 1000 ejemplares a 3 pesetas que se venderán de mano a mano. Sin librero. Para evitar el descuento horrible que hacen.»

Zenobia, de carácter alegre, se burlaba de forma picaresca de quién, melancólico y depresivo, sería su esposo dos años más tarde.

«¿Porqué está usted siempre con esa cara de alma en pena? Si es usted un ciprés, más parado y sombrío que los del Generalife.»

También fue muy crítica con su obra. Y así se lo hacía saber.

«Anoche leí Laberinto. Lo leí porque lo había escrito usted. Conste que si no, estoy segura de que no hubiera aguantado hasta el final. Y cuando lo concluí tenía una rabia contra usted…»

3. Colaboraciones

Hubo una etapa de colaboración literaria  entre Juan Ramón y Zenobia, que los llevó a traducir la obra de Rabindranath Tagore al español. Zenobia se ocupaba de traducir literalmente y Juan Ramón le daba forma poética. El primer libro que publicaron conjuntamente fue La Luna Nueva, que apareció con las iniciales de Zenobia y con un poema de Juan Ramón. El libro tuvo un enorme éxito, aunque a ella le disgustó mucho que apareciera su nombre, pues dejaba ver su relación, algo que llevaban en secreto, y porque creía que todo el mérito era del poeta. Este fue el comienzo de una enorme tarea traductora y no sólo tradujeron gran parte de la obra de Tagore, sino también de obras de otros autores, como Shakespeare o Poe.

4. Suicidio de Marga Gil

Marga Gil era una reputada escultora, ilustradora y poetisa española. Conocida del matrimonio y admiradora de Juan Ramón. Estaba trabajando en el busto de Zenobia en su propia casa cuando decidió suicidarse por estar enamorada del poeta y no ser correspondida. Dejó diversos escritos antes de acabar con su vida a sus familiares y también a Juan Ramón y a su mujer. Ellos nunca se percataron de el amor de Marga. 

Cómo curiosidad añadida sobre esta artista cabe destacar que una de sus ilustraciones publicada en 1933, once años anterior a las de Le petit prince de Saint-Exupèry, es tan parecida a las de este cuento que todo el mundo que la ve se supone que le imitó. Todo invita a pensar que el aviador conoció las ilustraciones de Marga.

5. Zenobia animó la iniciativa para solicitar el Nobel de Literatura de J. Ramón

Él no estaba interesado en premios ni homenajes ya que consideraba que el mayor de los premios era poder dedicarse a la escritura. Pero ella insistió y movió contactos en Estados Unidos para que el trabajo de toda una vida se viera reconocido a nivel mundial. Tres días antes de morir de cáncer, Zenobia recibe la noticia de que el premio ha sido concedido a su marido.

«Mi esposa Zenobia es la verdadera ganadora del premio. Porque su compañía, su ayuda, su inspiración a lo largo de cuarenta años han hecho posible mi trabajo. Hoy me encuentro, sin ella, desolado y sin fuerzas.» 

Zenobia: eres graciosa, intensa, encantadora; fina de cuerpo y alma; amas lo humano y percibes lo divino; sientes la naturaleza, la música, la pintura, la poesía, la filosofía, la historia, todas las artes y todas las ciencias. Eres buena compañera de hogar, de viaje y de trabajo. Siempre estás dispuesta a trabajar o a gozar. No eres interesada. Eres cumplidora, digna y generosa. No pides nada a nadie. Das todo. Te acomodas a todas las circunstancias y las resuelves alegremente. Ríes siempre, a veces por no llorar.
Con un abrazo permanente Juan Ramón

Fuentes:
Documentales sonoros de RNE
Fundación Juan Ramón Jiménez
Biografía Marga Gil Roësset
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6 pensamientos en “Curiosidades sobre la relación de Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí

  1. Ana Parrilla dice:

    Hoy me has dado de pleno en mi debilidad. Amo esta pareja desde siempre. Estupenda entrada.

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  2. Óscar Gartei dice:

    Una buena pareja puede potenciar todo lo bueno que hay en ti y convertir el dúo en algo imparable. Es poco menos que de envidiar parejas así, en las que uno más uno suman tres y lo aritmético da paso a lo exponencial.

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  3. Anónimo dice:

    Gracias por esta entrada. Ha sido un placer leerla y disfrutarla. Permite que te felicité.

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