Fue un 11 de febrero (1963) cuando Sylvia Plath preparó el desayuno a sus hijos antes de meter la cabeza en el horno para suicidarse con apenas 30 años.
Una escritora que admiraba a Virginia Woolf “Siento que mi vida está unida a la suya de algún modo. Me encanta Woolf […]. Pero en el verano negro de 1953 yo sentí que estaba replicando su suicidio. Solo que yo sería incapaz de meterme en un río y ahogarme”.
Estos versos son de su poemario Ariel, escrito durante los dos últimos meses de su vida y donde se puede apreciar la contrariedad de sus sentimientos.
“Morir es un arte, como cualquier otra cosa
y yo lo sé hacer excepcionalmente bien,
tan bien, que parece un infierno,
tan bien, que parece de verdad.
Supongo que cabría hablar de vocación.”
El arpa dormida
Recientemente se han publicado sus diarios en una edición muy atractiva, pero es con su obra más representativa «La campana de cristal» por donde quiero empezar a leerla, básicamente porque es su obra lo que Sylvia quería enseñar al mundo y no sus diarios, supongo.
¿No sentís que os entrometéis en la vida del autor cuando leéis los «Diarios de…»? ¿Habéis leído La campana de cristal? ¿Qué os pareció?
Hoy empieza el Carnaval de verdad. El de la calle. Y, a partir de hoy, las panderetas de los componentes de la comparsa «El perro andalú» no van a dejar de sonar por los rincones de su ciudad. Esa pandereta que evoca «El mañana efímero» de Antonio Machado.
También pasearán con sus collares de perros que representan al poema del «Niño Yuntero» de Miguel Hernández.
Lo que seguramente no carguen sea el forillo que representa las ocho provincias andaluzas, gran tributo a aquel proyecto llamado La Barraca creado por Lorca para llevar las grandes obras de la literatura al pueblo rural, que no disponía de medios para acercarse a ellas.
Hace poco me compré un poemario, da igual de qué autora, eso no viene al caso. Pero cuando lo palpaba antes de empezar a leer, experimentaba una especie de temor. Ese temor que se siente cuando sabes que algo tiene capacidad para agitarte y agotarte, pero no sabes si estás en el mejor momento para exponerte.
Eso también me pasa con ciertas comparsas. Eso me ha pasado este año con El perro andalú de Antonio Martínez Ares. Y es que, a veces, el carnaval es poesía.
Federico García Lorca, Así que pasen cinco años (1933)
La ilustración de cabecera también es del propio autor.
¡Cuánto Lorca hay en el flamenco! ¡Y que gustazo escucharlo! No sólo ha sido La leyenda del tiempo con Camarón, también El Vito con Paco de Lucía o Verde que te quiero verde (mi versión favorita es la de Alba Molina). Os dejo un enlace donde podéis escuchar su poesía por grandes artistas del flamenco. En mi casa sigue viviendo Lorca, así que pasen cien años.
Ven, mi amor, en la tarde del Aniene y siéntate conmigo a ver viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento es ver contigo el viento que va y viene.
Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento más vida de tu sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene
Tú no te irás, mi amor, aunque lo quieras. Tú no te irás, mi amor, y si te fueras, Aun yéndote, mi amor, jamás te irías.
Es tuya mi canción, en ella estoy. Y en ese viento que va y viene voy. Y en ese viento siempre, me verías.
Nota: A pesar de gustarme mucho la poesía de Alberti, he llegado a este poema por medio del escritor mexicano Benito Taibo. Recomiendo ver su TEDx Talk. Apuesto que cualquier lector se emocionará con sus palabras. Confieso que, como mujer intensa que soy, me se trozos del vídeo de memoria.
“Querida, encuentra lo que amas y deja que te mate. Deja que consuma de ti tu todo. Deja que se adhiera a tu espalda y te agobie hasta la eventual nada. Deja que te mate, y deja que devore tus restos.Porque de todas las cosas que te matarán, lenta o rápidamente, es mucho mejor ser asesinado por un amante.”
Hubo un andaluz que se adelantó a la poesía / narración breve que ahora tiene tanto éxito por ser rápida y profunda. Su nombre, no tan conocido entre nuestros poetas andaluces, Rafael Pérez Estrada.
Para muestra un botón:
¿QUÉ ESPEJA un espejo ante otro espejo?
A LA DECISIÓN en el mar se le llama ancla.
PARA EL CIEGO, los conceptos día y noche son propios de la fe y el fervor.
EL ORIGEN de la niebla está en el pensamiento.
SE AMAN porque tenían vocación de cuerpo.
EL VUELO de un pájaro, no; más la teoría del vuelo sí pertenece a lo inmóvil.
DUDA el pájaro al reflejarse en el mar.
NO OLVIDADLO, somos hijos del orgasmo.
(Fragmentos de Breviario, 1988)
¿Qué me gusta de este escritor? Su aparente desorden, sus muchas referencias al mar, su estructura simple y algunos de sus dibujos.
Yo te deseo la locura, el valor, los anhelos, la impaciencia. Te deseo la fortuna de los amores y el delirio de la soledad. Te deseo el gusto por los cometas, por el agua y los hombres. Te deseo la inteligencia y el ingenio. Te deseo una mirada curiosa, una nariz con memoria, una boca que sonría y maldiga con precisión divina, unas piernas que nunca envejezcan, un llanto que te devuelva la entereza. Te deseo el sentido del tiempo que tienen las estrellas, el temple de las hormigas, la duda de los templos. Te deseo fe en los augurios, en la voz de los muertos, en la boca de los aventureros, en la paz de los hombres que olvidan su destino, en la fuerza de tus recuerdos y en el futuro como promesa donde cabe todo lo que aún no te sucede…