Flujo de conciencia: técnica literaria que busca describir el punto de vista de un individuo proporcionando el equivalente escrito de los procesos de pensamiento del personaje. Estilo fuertemente asociado al movimiento modernista.
Si dejásemos libres (por escrito) todos nuestros pensamientos y reflexiones, con sus tropiezos, distracciones, saltos, limitaciones intelectuales y morales e intensidades ¿creéis que el resultado sería un texto perfectamente estructurado y comprensible para alguien que decidiera leerlo 93 años después?
La maestría de Virginia Woolf le permite no sólo salir airosa usando el flujo de conciencia, sino también no descuidar en ningún momento la belleza y nostalgia de su particular estilo literario.
La historia transcurre durante un día completo en la vida de Clarissa Dalloway mientras prepara una fiesta para sus amigos y conocidos que se irán presentando a lo largo del libro.
La presencia de la ciudad de Londres es muy significativa en los textos de Virginia y esta obra no es una excepción. A mi me transporta a la época en la que viví allí.
Aprovecho para recomendar «Paseos por Londres» , una recopilación de relatos que muestran el cariño de Woolf por esta agitada ciudad.
Este libro tiene un carácter intimista narrando los miedos y deseos de algunos personajes pero a la vez, no deja de retratar la sociedad burguesa victoriana ni las devastadoras consecuencias de la primera guerra mundial, a pesar de las apariencias.

Ilustración de Bett Norris
En mi opinión los puntos débiles de la obra son, en primer lugar la carencia de estructura (capítulos o partes). Soy de esas personas que leen varios libros a la vez y esto me dificulta mucho dejar la historia para retomar otra; en segundo lugar en la parte final (la fiesta) me parece que se acelera mucho el ritmo mientras describe a los asistentes. Afortunadamente, aparece Sally, que va a salvar el cierre del libro.
Es muy interesante cómo la autora describe las sensaciones de Septimus, un excombatiente de la primera guerra mundial que sufre consecuencias psicológicas para las que no había respuesta ni ayuda médica en la época.
Aviso: No os dejéis engañar por sus pocas páginas. No es un libro con el que se vaya a congeniar inmediatamente. Hay que poner atención, sobre todo al principio, para adaptarnos a su forma narrativa. Aún así, merece mucho la pena ese primer esfuerzo.